El Templo Barber Shop: Un espacio de libertad
Fotos por: Edrian Rodríguez (@edrianrod)
Este es el tercer “capítulo” de nuestro recorrido por un Río Piedras cambiante. Un espacio donde la comunidad se impulsa, se sostiene e inventa en corillo. En este espacio, voces como la de Elvira Ramos, fundadora de El Templo Barber Shop y una de las primeras en emprender en el Callejón (junto a Necromancy), han formado parte esencial de la transformación.
Nuestra última conversación con ella fue en mayo de 2022. En aquel momento llevaba dos años en Necromancy, estaba pensando en abrir su página web y soñaba con un espacio propio. Tres años después, desde un segundo piso y un local más grande, notamos que todos los planes florecieron.
Lo que comenzó como un brainstorming session de una hora terminó convirtiéndose en uno de los espacios más queridos del Callejón: El Templo, una barbería y salón inclusivo cuya misión es tan clara como su estética: “Un lugar donde puedes ser”.
DE UNA SILLA A LEVANTAR SU PROPIO TEMPLO
La primera parte de la historia ya la conocíamos: la pandemia como punto clave, los años de crecimiento en Necromancy, y el llamado interno a crear algo propio. Pero ahora, Elvira nos cuenta cómo ese sueño se convirtió en una estructura física, en un equipo y en una gran comunidad. La página web que estaba en planes, lanzó y fue todo un éxito para su clientela, pero al poco tiempo algo más pasó.
“Pasaron dos años más en Necromancy… En ese tiempo surgió la idea de El Templo. Todo fue un día de brainstorming sobre cómo crear un espacio inclusivo donde todo el mundo se pudiera sentir bien seguro, libre, y sin ningún tipo de juicio”, recuerda Elvira.
La idea fue tomando forma justo cuando Orlando y Yaritza de Double Cake adquirieron el edificio. “Gracias a que Salvador y Desiree jalaron a Orlando y a Yari para acá, ellos adquirieron el edificio y ahí fue que Orlando me ofreció el espacio”, cuenta Elvira con entusiasmo.
Orlando, casi conocido como el diseñador gráfico oficial del Callejón, creó el branding de la barbería desde cero- y fueron esas ideas las que abrieron puerta a lo que hoy conocemos como El Templo. Luego de 4 años recibiendo a sus clientes en una silla y un cuartito dentro de Necromancy, el cual transformó con el apoyo de Des y Zal, en mayo de 2024 El Templo abre sus puertas oficialmente con 4 sillas y una misión clara que mantiene a las personas como norte.
“Siempre estuvo la idea de crear algo diferente, no ser algo más del montón”, asegura Elvira.
CRECER, CREAR Y CUIDAR
Antes de que el Callejón fuera el punto vibrante que es hoy, Elvira ya estaba aquí. Cuando aún existía mucha incertidumbre en el área, ella recortaba desde su cuartito, siempre notando el potencial -no solo de su negocio, sino de su negocio específicamente en Río Piedras. “Esto pasó de ser Salvador, Desi y yo en el Callejón, a este edificio y la calle llena…”, resaltó Elvira casi quedándose sin palabras.
Trasiego: ¿Por qué aquí? ¿Crees que el crecimiento acelerado que ha tenido El Templo tiene que ver con estar en Río Piedras?
Elvira: “Sí. Desde que llegué a Río Piedras encontré magia. Hay tanta diversidad… Something about it feels right. También aquí hay un grupo de apoyo: comerciantes, residentes, gente que viene…”
Trasiego: Tu negocio ha cambiado completamente. Antes eras tú solita y ahora El Templo tiene un equipo. ¿Cómo fue escoger a las primeras personas? ¿Fue un proceso bien intencional, según tu visión del espacio?
Elvira: “Yo siento que todo ha sido bien orgánico. Realmente todas son personas que admiro y todas querían venir para acá. Para mí eso fue lo más grande. El primero que llegó fue Audi… En cuestión de un año tenemos cuatro sillas llenas y cuatro artistas independientes. Juntos nos complementamos”.
Trasiego: ¿Cómo describes lo que es El Templo para la comunidad?
Elvira: “A este lugar puedes llegar y simplemente ser. Es un lugar para que uno pueda encontrarse y descubrirse con distintos estilos, y para salir religiosamente acicalao’… Lo más importante era crear este espacio donde las personas se sintieran cómodas”.
Pero no podemos evitar mencionar un punto. Además de levantar un espacio inclusivo, Elvira también ha ido venciendo estereotipos arraigados en la industria de la barbería: desde quién puede liderar este tipo de espacios, hasta cómo se define y presenta la experiencia. Aquí no hay “recortes de nenes”, como le llegaron a decir en salones a los que se iba a recortar el cabello corto, u obligaciones de cómo te “debes” ver. Su visión de El Templo ha retado muchas ideas tradicionales y ha abierto camino para que otras personas encuentren su lugar sin juicios.
Trasiego: Sabemos que estás disfrutando este momento en tu espacio, ¿pero te ves expandiendo eventualmente?
Elvira: “Te cuento que yo no había cumplido ni el año y ya estaba tratando de convencer a Orlando para coger el local de al lado, pero de momento fue como: ‘Ok. Vamos a cogerlo suave y vivir lo que acabamos de hacer’. Pero sí, mis planes futuros serían expandir… Me quiero quedar en Río Piedras”.
EL TEMPLO COMO REFLEJO DEL NUEVO RÍO PIEDRAS
“Me siento bien agradecida de cómo está Río Piedras y lo que está pasando… Encontré una familia escogida, y estoy bien ready para ver todas las cosas que van a pasar. ¡Viene fuerte!”, promete Elvira.
El Templo no solo es una barbería o un salón. Es una afirmación de todo eso que busca cuidar El Callejón: inclusión, creatividad, diversidad, empatía, atreverse a lo distinto… Es ejemplo de lo que se construye cuando la comunidad se reconoce, se apoya y se extiende la mano. Con una agenda llena, de persona en persona Elvira ha ido creando ese espacio seguro que en un momento tanto buscó para sí misma, y que quería lograr para los demás.
¡Quédate pendiente a nuestra serie de entrevistas para conocer la historia de nuevos comerciantes que decidieron apostar por Río Piedras!